Poema escrito caminando de Triacastela a Samos. Camino de Santiago. Julio 2012.
“Si existen las sombras es porque hay una luz…”
Hubo un tiempo, sí…
Hubo un tiempo…
No hubo claveles en los fusiles
porque ya, arrancados todos,
yermos y esquilmados quedaron los jardines…
Y solo hubo entonces bulevares de farolas
que tronchadas, como sueños,
no daban luz ni esperanza…
Y relojes consistoriales de agujas rotas;
corrompidos los minutos, y las horas,
y las almas…
Columpios huérfanos en los parques,
rectorados sin mochilas ni proclamas;
plazas solitarias…
Hubo un tiempo sí,
Hubo un tiempo…
En que el pueblo soberano
ya irredento para siempre,
blandió firme en la calle, todas las convicciones.
Armado, por fin, de luz y de conciencia…
Los indecisos vencieron el miedo…
Y las almas somnolientas despertaron catalizadas.
Gritando a pulmones llenos, la utopía,
en todas las callejas y ventanas…
Y concurrió toda la sed en una sola boca,
y todo el hambre en unas solas entrañas…
Y todas las voces dispersas clamaron entonces,
juntas por boca de una garganta…
Y cayeron los tiranos y los sátrapas.
Y se volcaron todas las balanzas.
Hubo un tiempo…
Hubo un tiempo…
En que el pópulo aplastado
reunió, como David, todo el valor y toda la rabia…
Renacida ya de nuevo,
la esperanza en sus entrañas…
Y alzada poderosa su honda al viento,
como el gigante Goliat, cayeron las Ágoras…
Podridos como estaban sus cimientos,
traicionados ya los pueblos con toda saña…
Hubo un tiempo…
Hubo un tiempo sí,
Hubo un tiempo…
En el que el pueblo
tomó de nuevo las calles y las plazas;
preñándolas todas de luces fulgentes,
de colores, de palabras…
De versos libres; de canciones;
de manos alzadas; de esperanzas…
De pensamientos volando al cielo como palomas blancas…
Y zafados ya del opio y la ceguera,
florecieron entre adoquines,
bellas e indestructibles,
de nuevo, las primaveras…
Hubo un tiempo…
Y no sé si acaso fue cierto,
o fuera solo que un servidor lo soñara…
Mas creí ver a lo lejos que, tumbadas las falacias,
emergió servil al pueblo, nueva y radiante…
LA DEMOCRACIA.
POSDATA:
Hubo un tiempo…
Y que Dios me de entereza para honrar los que se fueron,
y preñar las bayonetas de claveles nuevos…
Vaya esta piedra y mis versos por ellos.
Hubo un tiempo…