LECTURA FÁCIL, IGUALDAD Y DEMOCRACIA

La Lectura Fácil y la accesibilidad.

Adaptar las ciudades, los baños de los bares, edificios, etc. para que las personas con discapacidad puedan ejercer su derecho a acceder a los mismos sitios que el resto es un síntoma de sociedades que promueven la igualdad y la integración de todos sus sujetos.

Pero, ¿hacemos lo mismo con la información que ayuntamientos, diputaciones y gobiernos facilitan en sus webs y documentos?  ¿Hace la administración accesibles esos textos para facilitar el derecho de acceso la información?

Y no hablo solo de personas con discapacidad intelectual sino de ciudadanía con bajo nivel cultural, de emigrantes

Logo Lectura Fácil
Logo Lectura Fácil

no hispanoparlantes, o de cualquier ciudadana de a pie que las pasa ‘canutas’ para entender el B.O.E, las normativas de ayudas a la dependencia, las subvenciones para emprendedores, o mil ejemplos más que se les ocurran. Ni ‘transparencia’ ni ‘integración’ son posibles sin introducir el concepto de Lectura Fácil en nuestra administración.

Tenemos rebajes en las aceras que las hacen ‘accesibles’ pero en cambio manejamos textos públicos indescifrables. Accesibilidad lectora.  Algo que debemos exigir desde ya a nuestras instituciones. Y a nuestra democracia.

En países del norte de Europa, con democracias más longevas, llevan años aplicando el concepto de LECTURA FÁCIL en su administración y su sistema educativo. Como siempre, este país a la zaga.

Accesibilidad lectora
Accesibilidad lectora

 

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