DESCANSE EN PAZ y Hasta Nunca Jamás, Robin Williams.
Porque es allí donde espero que descanses y donde hayas encontrado por fin la paz. Tu paz. En ese país en el que, al igual que el Peter

Pan inolvidable que interpretaste junto a Dustin Hofmann, nunca se enveceje y donde los sueños y la inocencia se mantienen siempre vivos. Como ese brillo pícaro de tus ojillos de eso. De Peter. O de profesor, o de señora canguro, o de médico payaso altruista, o de locutor insurrecto en Vietnam, o de tantos y tantos papeles que dejas ya para la Historia del Cine. Te has dado el piro como los grandes. Dejando huella. Poso. Cariño. Indomable. A lo Will Hunting. Este es mi más humilde homenaje al Williams que yo conocí. Que era solo el del plasma. El actor. El de las pelis. Pero suficiente. Porque las trascendía. Y estoy seguro de que no es casualidad que un actor interprete siempre ciertos actores y elija ciertos guiones en los que poner su cuerpo y su alma. Estoy seguro de que no fuiste el profesor Keating del Club de Los Poetas por casualidad. Entre tú y yo, Robin jauna. Lo sé. 😉
Así que yo no sé que sería lo que me hizo subirme a una mesa y ponerme en pie tantas veces… (pobres padres míos, pobres profes, pobres jefes y pobre autoridad en general) Yo no sé si esa rebeldía contra ‘lo establecido’, ‘lo dominante’ ‘lo impuesto’, ‘lo rígido’ , ‘lo hegemónico’, fuera sin yo elegirlo heredado de la mala uva y del inconformismo de mi abuela o del gen minero del otro abuelo, o de las manos y el alma con heridas de guerra de los otros dos (que estarán todos ahora por ahí contigo) No sé si sería solo por eso o porque películas como esa jalearon algo. Y me hicieron subirme a una mesa cada vez que lo estimé oportuno y justo…Y ponerme a escribir cuando bajaba de ella… DESCANSE EN PAZ. «OH CAPITÁN!!» (W. Withman – 31Mayo1819)
Agur eta ohore decimos en Euskadi. Nuestra especie de ‘fuerza y honor’ a la vasca. Nuestro ‘adiós y respeto’. Nuestras gracias.
“¡Oh, Capitán! ¡Mi Capitán!…”
EL CLUB DE LOS POETAS MUERTOS
“CARPE DIEM” – (Febrero de 1994. 15 años)
¡Vivir! ¡Yo quiero vivir!
Sentir correr por mis venas
los segundos de esta vida
de ideales y quimeras.
¡Vivir! ¡Solo quiero vivir!
Exprimir estos racimos
de la vida por andar,
sin conocer mi destino.
¡Vivir! ¡Solamente vivir!
No perderme ni un momento
de este fugaz trayecto
de ilusiones y tormentos.
¡Vivir! ¡Deseo vivir!
Soñar con el nuevo día
antes de que este llegue
con sus penas y alegrías.
¡Vivir! ¡Yo quiero vivir!
Morir sabiéndolo todo
de este camino incierto
tan efímero y hermoso.
¡Vivir! ¡Sólo quiero vivir!
Con el haz de luz primero,
ir a correr por los prados
y perderme entre el centeno.
¡Vivir! ¡Solamente vivir!
Dando gracias cada día
al Hacedor del camino
por concedernos la vida.
¡Vivir! ¡Deseo vivir!
Sabiendo al rozar el cielo
que podré en los mis recuerdos
buscar eterno consuelo.
¡Vivir! ¡Yo quiero vivir!