El invierno se quiso hacer fuerte el sábado 23 de Febrero. Una fecha más conocida en España como 23-F. El día en que el comandante Tejero entró pistola en mano en el Parlamento en un intento de golpe de Estado y de imposición de una dictadura militar en el país. Hoy no hay comandantes ni tanques en la calle; pero no hacen falta. Porque ya habido un golpe de Estado. Porque ya vivimos en una dictadura. Una invisible en la que nunca reparamos…Hasta ahora.
Una sin necesidad de Tejeros, ni pistolas. Un régimen dictatorial, esta vez de

guante blanco, liderado por el capital y por los mercados. Nuestros políticos, aquí y en el mundo occidental entero han claudicado y han sido cómplices y comparsas de todo ello. Del GOLPE DE ESTADO DEL SIGLO XXI. El que somete y aniquila la dignidad y los derechos de los pueblos y los pisotea en beneficio de la avaricia; del poder y del vil metal. Clases débiles expoliadas. Democracia destruida. INFAMIA.
El invierno se quiso hacer fuerte el 23-F, sí. Tormentas de nieve, vientos inclementes y una ola de frio polar azotaron con fuerza toda la península. Pero no fue así en Madrid. En Madrid el cielo se negó a claudicar y llegó, venciendo a toda lógica, de nuevo la primavera. Y un sol radiante se apoderó de las calles inundándolo todo de luz. Y de esperanza…Mayo volvió a las aceras. Como nosotros y nosotras. Como las mareas de cuidadanos y cuidadanas llegadas aquí desde toda España.
Porque esta vez no iba a ser una más. Se esperaba la madre de todas las madres. La manifestación de manifestaciones. La suma de toda la indignación y el hartazgo de tantas y tantas marejadas dispersas por el país. De todos los sufrimientos y de toda la rabia acumuladas desde que empezara esta crisis. La gente ni puede más. No podemos más. Seis millones de personas y subiendo no tienen trabajo con que pagar sus hipotecas y alimentar a sus familias. Y esto no es literatura, ni retórica vacía, sres. La gente en este país se esta quitando la vida tirándose por las ventanas, ahorcándose; quemándose viva… Desquiciados y desesperados por esa sensación de desamparo, de

impotencia…De humillación de quien se sabe ignorado y traicionado. Arrojado como carne muerta en manos de lobos por parte de quien debería velar por ellos, de quien debería cuidarles y protegerles…Del poder político y el judicial que nos gobiernan. Democracia destruida. INFAMIA.
Pero aquí parece que todo eso a nadie le importa un bledo. Ellos, indignos, siguen a otra película. En su planeta. Enrrocados en su mundo viciado de datos y de cifras. Lejos, muy lejos de su pueblo. Cada vez a mas años luz del drama de la calle. Se ponen cachondos y tienen la desfachatez de sacar pecho con el deficit, la prima de riesgo y la balanza exterior. En el papel las curvas estadísticas les salen bonitas y eso les basta. Pero ¿en qué soluciona eso todos nuestros problemas, sres? ¿Cuántas familias menos se van a quedar en la calle gracias a que baja su prima de riesgo? ¿Cuantos parados van a encontrar empleo?
Otra manifestación más, sí. Más de lo mismo. Después de 5 años críticos , todo esto es un bucle sinfin y no aporta novedad. Pero este 23-F iba a ser distinto…La madre de todas las madres… Y en cierta forma sí que lo fue. Cincuenta ciudades españolas movilizadas y exigiendo un CAMBIO. Madrid entero tomado por la mayor cantidad de gente que yo haya visto nunca en una protesta de este tipo. Con cámaras de todo el mundo grabando en directo. Profesores, personal de Iberia y de agencias de viajes, bomberos, mineros, médicos, enfermeras, personal despedido de teleMadrid, policías municipales, parados, familias, indignados…Mareas y mareas unidas. Todas a una. Formando una gran marejada. No sé si la mayoría del país pero estoy convencido de ello… Porque todos y todas estamos, de una forma u otra, jodidos…
Gritando que queremos sanidad y educación públicas, que queremos trabajar, que queremos que se rescate a las personas y no a los bancos; castigo y humillación a los corruptos; ni un recorte más al débil; ni un desahucio más; ni un suicidio más. Una nueva transición y una nueva Constitución que sirva y proteja al pueblo y no a los buitres carroñeros. Y que devuelva la soberanía a los ciudadanos y no a los mercados y al capitalismo. Que nos permita participar y decidir a las personas el futuro de nuestros pueblos y países. Libertad. Verdad. Transparencia… Democracia y punto.
Y Madrid (como el el país entero) se llenó de gente reclamando y exigiendo todo eso, sí. Y de un sol radiante de primavera temprana. De Mayos anticipados. De gargantas hartas. Y cansadas… Cansadas , sí…
Porque… ¿se nos está escuchando, compañeros y compañeras?. ¿Nos están

oyendo?. ¿Alquien está tomándonos en cuenta?. ¿Los gobernantes están escuchando a su pueblo?. ¿O les seguimos dando igual?, ¿o lo del sábado fue para ellos una excursión de perroflautas y subersivos más que no les causa mayor molestia que unas cuantas calles cortadas?. ¿O si están tan sordos y se la trae tan al pairo el drama de las familias que si no hay disturbios y mala prensa, nuestras movilizaciones se la soplan?
Porque sí, compañeros…El 23-F fue de nuevo primavera y todo un éxito de participación y de activismo social. Y de satisfacción por visualizar muchas más conciencias despiertas. Y muchos más ciudadanos sumados a la lucha en las calles. Todo eso es positivo , sí… Y necesario, sí… Y loable, sí… Pero el día siguiente, al 23-F, todo fue igual. Y nuestros gritos, y las canciones, y el grupito de música tocando en el escenario de Neptuno, como si fuera un día de fiesta , más que de indignación, no sirvieron tampoco para hacernos oír. Y aparte de unas cuantas portadas de prensa y de algunos minutos de televisión ; no nos tomaron en cuenta… La voz masiva del pueblo fue una vez más despreciada y omitida. Nada cambió. Una vez más…Otra vez más…
Y yo os pregunto, compañeros; esperando vuestras respuestas como un

salvavidas al que poder asirme para no ahogarme en este abismo de duda y para no golpearme una y otra vez contra esta pared sorda, ciega e inexpugnable que interponen nuestros gobernantes entre nosotros y la justicia: ¿Alguien, está igual de confuso que yo? ¿Alguien está viviendo un conflicto interno sobre cual es el siguiente paso a dar? ¿Sobre cual es la metodología a seguir si continñúan sin escucharnos? ¿Alguien más empieza a reflexionar sobre lo que es violencia y lo que es legítima defensa? ¿Sobre si estamos legitimados o no para defendernos? ¿Sobre si hemos de seguir firmes en la vía cívica o actuár con su violencia? ¿Alguien más está en una mezcla de frustración y de indignación que le haga recordar cómo fueron y cómo se fraguaron otras revoluciones históricas contra viejas dictaduras? ¿Alguien más vive una lucha interior entre sus firmes convicciones de respeto a los derechos humanos y una voz (cada vez más poderosa) que le pide contundencia? ¿Entre la voz de la razón y la voz del estómago que grita de indignación ante los acontecimientos?
Porque para mí, el 23-F fue un punto de inflexión… En mi mar de dudas… Y aquí sigo…Viendo en la televisión y leyendo en prensa cómo nos engañan, nos estafan, nos roban y cómo se ríen de nosotros. Hoy unos y mañana otros. Y cómo mis conciudadanos se quitan la vida desesperados y desamparados… Y aquí sigo…Solo ante el abismo…Con mis dudas. Con mi rabia…Conmigo…Y con ellas…
Espero un salvavidas. Una visión redentora. Estoy seguro de que las habrá…Y hoy; últimamente, las necesito…
Abrazo y buenos vientos.