Mi compañera y amiga de Universidad allá en los Madriles, Inmaculada me preguntaba el otro día ¿CUAL ES EL SECRETO DE LA VITALIDAD ETERNA??? jajajajaja. Palillos en los ojos…Le decía yo…
Primero diré: NUNCA ES ETERNA. Va y viene.Tiene sus crisis, sus cambios de humor, sus períodos menos brillantes. La vida es esa especie de montaña rusa que constantemente nos pone a prueba con sus imprevistos y con ese drama intrínseco que lleva aparejado el saber que nacemos para morir…Y por eso ESTRUJO hasta el último segundo y procuro respirar siempre a pleno pulmón!! Siempre tengo en mente (supongo que algún trauma infantil tendrá la culpa) que la vida se nos va…Y que SOLO TENEMOS UNA!!! Así que NUNCA me olvido, sobre todo en los momentos «bajos» de que todo este teatrillo, todo este sueño difuso que es la vida…ES UN REGALO MARAVILLOSO…CON FECHA DE CADUCIDAD!!!
¿Cómo es posible perder entonces el tiempo con pesimismos varios , si cada segundo que nos lamentamos es un segundo perdido?? No es práctico ser pesimista. No es rentable… Y cuando me sobreviene la sombra de lo negativo o de la melancolía poética ¿sabéis lo que hago? Me acuerdo SIEMPRE de mis hermanos saharauis…Que apenas tienen para comer, que viven en aquel desierto de sonrisas que vencen la injusticia…En aquel desierto rebosante de felicidad cotidiana…Pero sin ESPERANZA. ¿Cómo me puedo yo, egocéntrico de mí, ser pesimista, cuando soy un PRIVILEGIADO??
Pero sobre todo la VITALIDAD me la aporta algo sin lo que yo no sabría vivir y que reflexionándolo creo que es la clave…ILUSION-PASIÓN.Pero no hablo solo de la carnal (que también) hablo de la pasión por VIDA, por todo lo que ella contiene, por las personas que nos rodean, por los amaneceres…Yo estuve muchos años con ambas perdidas…Enterradas…Buscándolas en la oscuridad de la incertidumbre y la tristeza…Horas oscuras de desazón y de durísima frustración…Pero un día, recordé quien era yo…Cuales eran mis sueños…Y recobré la PASION.Y con ella la ENERGÍA.La fe. La esperanza…Y con ellas LA FUERZA. EL ENTUSIASMO, LA VITALIDAD que decías tú, Inma.
